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3/5/11

El aprendiz


A mis tareas habituales en el trabajo, se les sumó la de ser un "ejemplo del trabajo de un diseñador", y tener todos los lunes a mi lado a George, un pibe de 16 años,  flacucho, medio colorado y por el momento, tímido.
Una escuela secundaria de Gore se comunicó con el diario para averiguar si uno de sus alumnos podía venir al diario a hacer prácticas... o algo así. La cosa que este pibe quiere estudiar diseño, entonces lo mandaron a mi lado para que vea en que consiste la tarea del diseñador. Cuando me dijeron, mi mayor preocupación era que la gente del colegio y el pibe supieran que el inglés no era mi lengua madre. Aceptaron sin problemas, aunque creo que el tema era que no hay muchas más lugares en Gore para que el pibe viera que hace un diseñador.
Si bien a esta altura de mi estadía hablar en inglés ya no me da tanta vergüenza, cuando tengo que hablar con alguien y sé que esa persona va a estar mucho tiempo conmigo, me da pánico escénico y hablo peor que Apu de Los Simpsons. Así que por más que le dije a George que si no me entendía por como hablaba, o por mi acento, o porque las palabras que uso no tienen sentido, me avise y empiezo otra vez, o buscamos ayuda, me parece que el pibe tiene más vergüenza que yo y no caza un fulbo de lo que le explico.
Así, la compañía de George me ha ayudado a descubrir que todo lo que sé de diseño, lo sé en perfecto español. Espero que mi terminología diseñística en inglés mejore, o que el pibe aprenda español rápido, porque a este ritmo el flaco se va a pudrir y va a estudiar abogacía, donde se hace plata de verdad y los extranjeros rara vez pueden ejercer.