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3/5/10

Donde los deseos se hacen realidad...


De más está decir que Smith me eligió a mí para ir a recibir al chico nuevo. Muy a mi pesar lo acompañé a recibir a Esteban. El problema no era el viaje, ni esperar en el aeropuerto, ni que tuviera que usar 2hs de mi agitada vida en ello… sino que no sabía de que íbamos a hablar en el trayecto hasta el aeropuerto. Gracias a Dios, la naturaleza es sabia, y los dos viajamos resfriados y con la garganta dolorida, así que en vez de charlar nos la pasamos tosiendo y comiendo pastillas de menta.
Esteban llegó cansado, mal dormido, sin entender inglés ni español del dolor de oídos que tenía y sólo deseaba dormir, o llegar a algún lugar donde sentarse y dejar de viajar. Smith deseaba que este chico hablara, para saber su nivel de inglés.
Ninguno de los deseos se cumplieron rápidamente, pero luego de un fin de semana Esteban pudo recuperar sus horas de sueño, y Smith oir a su empleado incursionando en la comunicación en otro idioma.