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30/4/11

El fin de una era


Ah! creo que no les conté, pero dejé por completo mis actividades tambísticas para dedicarme de lleno a ser empleada part time del diario y las tareas de ama de casa. En un rapto de total hartazgo, cansancio, y con un poco de premeditación, decidí que las vacas, vaquitas, ordeño, y demás pormenores de la actividad ya no eran para mí, y presente mi renuncia formal a ambos jefes (porque ahora viven separados... ya les conté!).
En fin, sin bien no puedo asegurar que nunca never jamás again estaré en contacto con estas criaturitas de Dios, y recibiré un pago por ello, les puedo decir que por el momento las historias de terneros, mangueras, cuatriciclos y demás serán a modo anecdótico, basado en hechos reales, y sólo eso.
Ha sido un grato y oloroso (así, sin d) momento de mi vida. Quiero agradecer a todas las vacas y terneritos, sin cuya ayuda este blog no hubiera surgido ni s hubiera nutrido de tantas historias. A los Smith, por demostrar que mientras les ordeñen las vacas, cualquiera entra a su tambo. A Juan, por haberme enseñado tanto; gritado un poco; soportado mis lágrimas de dolor, cansancio y bronca; trabajado de más para que yo sufra un poco menos y demás cosas que solo alguien que te ama puede tolerar en ese ambiente de trabajo.



Che,,, pero este blog sigue! Por que yo sigo en Kiwilandia, y mis aventuras y desventuras parecen eternas.