.

11/3/11

Hay que ser amargo!


Ser parte de la prensa local ya empieza a tener sus privilegios.
Hace un par de semanas atrás me regalaron unas entradas para ir al famosísimo y ovacionado Festival de whisky, música y comida de Gore. El mismo se trata de música country, y los restaurantes locales (2 en total), escuelas de cocina de la zona, carnicerías, productores locales y demás cosas por el estilo ponen sus stands y sirven ciertos platos, o postres o lo que sea. Para pasar la comida hay gran variedad de vinos y cervezas y agua mineral (no hay gaseosas). También se puede beber café o tomar limonada o agua del stand del Salvation Army a cambio de una donación. El Festival se hace un sábado de 12 a 19hs.
Como trabajamos ese sábado, llegamos alrededor de las17. Por suerte era un día muy lindo, caluroso, y con poco viento, porque el Festival es al aire libre. Un grupo de música sonaba a puro ritmo country, con los atuendos característicos y algunos bailando frente al escenario. La gente ya estaba alegre por tanto beber y escuchar el ritmo musical. Un evento hermoso.
El toque local no se hizo esperar. A las 18 los puestos empezaron a levantarse, la comida a llevarse de vuelta a los vehículos y a liquidar las últimas porciones. Medio de casualidad conseguimos comer un "choripán" de cerdo y una hamburguesa de ciervo (Juan) y un "algo-extraño-que-no-sé-describir" de salmón y un mini-cheesecake exquisito (yo). La verdad... una delicia. Pero lo que estaba contando es que para las 18 cerraban la cocina.
Mientras el último grupo estaba tocando, el reloj local dio las 19hs. A grito de "Nos quedan 4 canciones y las vamos a tocar... No nos importa la hora!" el grupo comenzó a tocar con más energía. ¿Uds. creen que alguno dijo "yeah", o en su defecto "iiiiiiiija"? ¡Nadie dijo nada! 19:10 la gente se estaba levantando y partiendo hacia sus casas. ¡Se iban! ¡Un sábado a la nochecita! ¡en el Festival ANUAL de la ciudad! ¡Con sol, con música, con cerveza (porque eso es lo último que cerró, cuando se fue la última persona)!
Nosotros no nos fuimos, pero vimos como casi la mitad de la gente se marchaba... quizás cansada de tanto beber  escuchar música country... quizás por falta de sangre en las venas y emoción.