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5/10/10
¿Quién necesita el IELTS?
Como algunos sabrán, y otros se están enterando, Juan no hablaba mucho inglés cuando vinimos. Hablaba poco y nada. Pero luego de más de un año de estar aquí, y de haber trabajado con Ryan, Smith y algunas reuniones de “inglés social”, mejoró mucho.
Podríamos tomarle un examen como el IELTS y ver cuanto aprendió, como se desempeña, si conjuga correctamente los verbos, el uso de preposiciones, y todas esas cosas de inglés académico.
Pero para mí solo fue necesario oírlo decir, sin sonrojarse ni que le tiemble la voz, a unas enfermeras kiws “My penis itches inside when I pee” para explicarle su ardor al orinar.
Bonus: las enfermeras al escucharlo se sonrojaron. Aún no entendemos que les dio vergüenza de la frase, ya que fue correcta, educada, y se supone que como trabajadoras de la salud deben saber que los nenes tienen pene y las nenas, vagina.
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1/10/10
Comandos de voz
Empezó Calving season y el trabajo es arduo, los días largos y las cosas por hacer parecen infinitas. Los ánimos generales colapsan, los malhumores afloran, los tonos dejan de ser amenos y el cansancio vence a veces el autocontrol y la paciencia.
Eso es sabido por todos, por eso yo creo que Kareen y Smith releyeron el manual del argentino. Sabiendo que se venían tiempos difíciles, los patrones decidieron repasar las unciones y comandos de sus empleados, y tomaron notas.
Esa es la única explicación lógica al uso en exceso de “thank you” y “please” durante el trabajo en la farm. Seguro que en el manual hay algún capítulo tipo “Frases mágicas” o “Usando su empleado con comando de voz” y de ahí sacaron eso... sería algo así:
"El argentino responde fácilmente a los comandos de voz. Ante una frase pronunciada en inglés, el argentino efectuará la acción requerida. Para un mejor resultado, y evitar dañar el sistema sensible, emplee la frase “please” al final de la oración. De esta forma, el argentino sabrá que se ha terminado el pedido y que Ud. lo está tratando como un par, no hiriendo así su ego nacional característico."
"El argentino disfruta de las recompensas. Ante una acción realizada exitosamente, dígale con tono suave “Thank you”. De esta forma, su argentino sabrá que Ud. está conforme y agradecido con el resultado, y no herirá su ego nacional característico. No trate de reemplazarlo con galletas, ya que se dará cuenta de la trampa."
Pero como algunas personas que incorporan palabras nuevas a su habla, a veces el uso es no el más correcto. O quieren usarlas para amenizar frases y así no suenen tan impuestas. Entonces, terminan diciendo “please” para pedidos que son meros pedidos, y “thank you” por las pavadas más pavas.
Ejemplo 1:
Dale de comer a esos terneros y cuando termines prepará los baldes así alimentamos a los que están en los corrales del otro lado de la calle – Dice Kareen con voz normal mientras alimenta a otros terneros, y carga una bolsa de 10kg de alimento balanceado.-
Please! – agrega, 5 segundos después, nerviosa, como si yo fuera a patearle los terneros, pincharle las ruedas de la camioneta y matar al último kiwi (animalito) del país por la ausencia de la palabra en una orden leve y tranquila como esa.
Ejemplo 2:
En ese balde dejo el agua y ahora traigo el otro – digo, mirando un pájaro que pasaba volando.
Thank you!- dice Smith, sonriente, como si le hubiera ordeñado todas las vacas o hubiera encontrado la forma de que entendiéramos inglés.
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27/9/10
Calving Season. Saldo: 1 herido
Les voy a contar que me pasó, pero no crean que porque no puedo hacer un escándalo mediático me invento estas cosas para llamar la atención. Juro que es verdad, que ha sido inesperado y que, como siempre, sólo me podía pasar a mí.
Me esguincé el dedo medio de la mano derecha y es probable que tenga tendinitis. Si... así es: no podía salir de la calving season ilesa. Venía bárbaro, sin abuso de diclofenac, sin gripes, si nada. Y ZAS!, me destrozo la mano. A todo esto se le suma que me pusieron una férula (o como se llame) en dicho dedo, metálica, que tranquilamente puede usarse para un brazo por su tamaño. Parezco la novia de Robocop.
Hacía 4 días que venía con mucho dolor en esa mano, y de a poco mi dedo medio empezó a hincharse y a inclinarse hacia el lado de los colores fríos. Para los que no son diseñadores les cuento que los colores fríos son azules y violetas (entre otros). El dolor se tornó insoportable. Juan improvisó una férula con pedazos de una tarjeta telefónica y cinta de tela. Si bien eso calmó el dolor, pedí ir al médico para que me dijera si había que amputar o podía trabajar.
El miércoles a la tarde, entre viento y granizo, Juan me llevó al hospital. Allí una enfermera de la guardia me miró el dedo, pronosticó que podía ser esguince o quebradura, sacó la férula casera y me unió los dedos medio e índice con cinta de tela y una gasa en el medio y me dijo que al otro día viera a un doctor y me sacara una placa para descartar o corroborar una quebradura. Y que tomara ibuprofeno. Y que no sabía que podía ser. Así que me fui a casa con un pedorro rejunte de dedos, que estaba destinado a juntar mugre, y Juan diciendo “mi férula era mejor”.
El jueves cerca del mediodía volvimos al hospital. Me atendió otra enfermera, que repitió las mismas preguntas, y me dijo exactamente lo mismo que la enfermera del día anterior. Luego apareció el doctor, que por suerte era ruso. Si dije “por suerte era ruso”, de Rusia. Y lo digo porque por su acento y forma de hablar se le entiende mejor que a un kiwi. En fin... tocó el dedo, preguntó las mismas cosas (a las cuales yo ya sabía que responder) y descartó la quebradura, dando el diagnóstico que he dicho antes. Tratamiento: férulaXL, ibuprofeno 3 veces por día, y trabajo de oficina por 5 días (elegante forma de decirle a los dueños de la farm que no podía hacer trabajo de farm), nada de levantar peso o usar la mano derecha.
La frutilla del postre: esos 5 días coinciden con el fin de semana que tengo que cubrir a Esteban, por lo que entre el mal tiempo y mi ausencia a mi pobre Juan le espera un fin de semana eterno.
Está buena la férula, porque te la podés sacar y usar de banquito o de mesa.
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21/9/10
Su temor más secreto
Juan dice que Smith me tiene miedo.
Pero no ese miedo de que me le voy a aparecer mientras duerme y lo voy a matar, o que voy a matarle las vacas (lo cual para Smith es peor que su propia muerte), o porque cree que estoy planeando algo en su contra. Otro miedo.
Y eso que yo me porto bien. No le grito con mi dulce voz dando órdenes, no ando por ahí refunfuñando, no me quejo de nada. Soy otra persona... me desconocerían los que me conocen.
Por este temor, Smith actúa diferente conmigo que con los otros argentinos. No se esconde ni nada, sólo actúa diferente:
-Cuando está cerca de mi sonríe, me sonríe, me pregunta como ando. Con los chicos (Esteban y Juan) anda con cara de preocupado y no intenta disimularlo o anda preguntando por el estado anímico de los otros.
-Si no le entiendo lo que me dice, me lo repite sonriente y pregunta si entendí. A los chicos les revolea la cabeza y le agarra la desesperación.
- Si no lo escucho, se acerca a hablarme. Si los chicos no lo escuchan, tienen que adivinar que estaba diciendo.
- Intenta utilizar el “Please” y el “thank you” más seguido... aunque eso lo hace Kareen también. Ya contaré mejor.
Juan dice que Smith me tiene miedo porque si yo estoy mal, puedo querer volver a Argentina. Entonces, como no puede hacer que trabaje menos, o lejos de las vacas, la bosta, los baldes de leche y demás, me sonríe y se preocupa porque mi estadía sea lo más amena posible.
Y por lo visto, Smith cree fervientemente que si yo digo “Me aburrí. Agarrá la oveja y nos vamos pa’casa”, levantamos campamento y hasta nunca farm y Kiwilandia.
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16/9/10
Ese rincón del alma donde está la TV de los 80 y 90
Hasta hace un tiempo atrás, por un canal de televisión kiwi daban MacGyver. Lo descubrimos porque en esas cosas del zapping entre tres canales y medios escuchamos la músiquita y las imágenes de la presentación.
Empezó el capítulo y alguien dice "Ey! MacGaiver!"... nada de MacGuiver...MACGAIVER!
Y en un rincón de nuestras almas, la infancia mía y de Juan se desplomaron.
Ay! Para mí siempre serás MacGuiver, MacGyver!
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13/9/10
Aero-Mud
Tengo una clase nueva de ejercicio aeróbico! Es genial!
Necesitas:
-un lugar amplio lleno de barro, pero no barro de ese que dwcís “ay! Barro! Me patino que horror!”, sino barro con profundidades varias que van desde 10cm hasta medio metro. Barro y charcos. Si el terreno tiene una elevación (digamos, una subidita), mejor aún.
- botas de goma, mínimo hasta la altura de media canilla o la rodilla. Goma pesada pesada, de esa gruesa.
La actividad:
Al grito de “ahura” el/la alumno/a deberá correr desaforadamente, evitando caerse, perder una bota en el barro, siguiendo complicadas instrucciones que obligan a cambiar rápidamente de dirección. Se pueden hacer dos niveles: “simple” o “terreno con subida”.
Resultados:
El/la alumno/a se agitará y sudará en exceso, pero a su vez desarrollará importantes músculos en sus piernas y abdomen.
Texto para el spot publicitario:
En las praderas de Nueva Zelanda, los farmers corren a las vacas en terrenos complicados y llenos de barro, tratando de separar a aquellas que han parido de las que aún no lo han hecho. Durante este proceso, comprometen músculos de sus piernas y ponen en práctica habilidades que los simples oficinistas no. De aquí ha nacido “aero-Mud!! El revolucionario ejercicio que lo pondrá en forma en la comodidad de su patio!
El kit incluye: tierra arcillosa, botas de goma, 4 videos: Aprenda aero-mud, Aero-Mud, Aero-Mud Hard y Aero Mud Xpress.
(agua, vacas y subida NO incluidas en el kit. Los resultados pueden variar en cada persona)
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7/9/10
Hoy allá es mi cumpleaños
Hoy allá es mi cumpleaños. Lo cual quiere decir que ayer fui mi cumpleaños acá. Confuso, como siempre. Hace tres días que recibo saludos confundidos ya sea por cuestiones de husos horarios o por gente que se despista nomás.
Pasé un cumpleaños hermoso. A diferencia del año pasado, en esta ocasión tengo amigos cerca. El año pasado éramos Juan, Vecino argentino y yo, comiendo brownies y admirando el kilo de yerba mate que recibí de regalo. Suena deprimente, y en cierta forma lo fue... pero en esa ocasión, como en este año, recibí el cariño de toda mi familia, amigos, colegas y demás que estaban en Argentina.
Pero nadie lee este blog para deprimirse, así que detallaré los festejos de este año.
El sábado 4 aproveché que estábamos de franco e hice una cena en casa con amigos argentinos y los patrones. Sinceramente, no pensé que Kareen y Smith fueran a venir, pero se presentaron, a pesar del cansancio y el largo día. Fue bien argentino el tema: picadita previa, empanadas, vino, cerveza y fernet. Mucho idioma español, mucha cara de patrón desconcertado, muchas risas. Por fin pudimos explicarles a los jefes que se siente estar en un lugar donde no se entiende lo que otros hablan.
Notas de color del sábado:
- Les hicimos probar el fernet a los patrones. A Smith le encantó, se tomó dos vasos cargaditos, se asombró por la graduación alcohólica y pidió información al respecto. El domingo nos andaba pidiendo que le repitiéramos el nombre de la bebida, porque parece que durmió como un bebé después de esos dos vasos. Ya sabemos que le traeremos de regalo desde Argentina.
Kareen tomó un vaso y le gustó. El lunes a la mañana, cuando vino a buscar a sus hijos, me dijo que esa bebida nuestra era maligna. Se desveló, tuvo palpitaciones, no se durmió hasta las 3am. Dijo que Smith durmió como un bebé, así que cree que el problema es que ella sólo tomo un vaso. Habrá que traerle otra cosa de allá.
- Algún desubicado le preguntó a los Smith que pensaba de los argentinos. Digo desubicado porque cuando la relación es 10 argentinos – 2 kiwis no podés responder cosas malas porque te cagan a trompadas. El jefe la piloteó y dijo que éramos buenos trabajadores y mejores que los kiwis. Todos coincidimos en que omitió la parte de que éramos baratos.
- Smith haciéndole caras al bebé de una amiga, al estilo “¿Dónde está el bebé? ¡Acá ‘tá!”
El martes fue más tranquilo, porque todos trabajaban, incluido Juan. Aún así festejé mi cumple con Julia y Spencer, a quienes intenté llenar de torta para sacármela de encima. Luego de los saludos por Facebook, MSN, teléfono y en persona, mi amiga Romina (la mamá del bebé) me llamó para saludarme, y como Kareen me había dado la tarde libre, la invité a casa. Así que tomamos mate, comimos (más) torta, y comentamos lo vivido el sábado, nuestras desventuras al volante y demás nimiedades de la cotidianidad.
Aún no sé si iremos a cenar afuera, si nos quedaremos en casa, o que. Pero estoy feliz. Y me alegra saber que hay gente que me quiere, me saluda y se hace un tiempo para estar presente en mi cumple, ya sea por internet, con un llamado o una visita.
¿Estaré sensible o me estoy poniendo vieja?
Gente que tenía cosas MUY importantes (pero importantísimas, eh!) que hacer se tomó su tiempo y me diseñó esta tarjetita.¡¡Los amo EstudioMate!!
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30/8/10
Manden pastillas!
Me duele todo.
Me duelen las yemas de los dedos. Los dedos. Las manos. Ni hablar de los brazos!
Me duelen las piernas, y tengo moretones por todas partes.
Me duele la panza y la espalda.
Me duelen los talones, porque las botas me raspan.
Me duele la cabeza de tanto griterío de niño, de oveja y de ternero.
Tengo las manos hinchadas... y ni hablar de las pelotas!
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23/8/10
Desaparecida en calving season
Estuve desaparecida ya que anduve bastante cansada. Lo que pasó fue que en los últimos 10 días:
- Fui dibujada por Julia en 21 dibujos. A su vez, dibujé 7 cebras, 12 mariposas, 4 elefantes, una trompeta, 3 tortugas, 1 caracol (de tierra), 40 moños y 2 jirafas.
- Construí con la nena dos sonajeros, dos tambores y utilicé para ello un tubo de rollo de cocina (ya terminado, sólo el cartón), dos latas de alimento para bebé, granos de maiz, 3.8 metros de cinta adhesiva y 4.5 metros de papel aluminio.
- cambié aproximadamente 7 pañales cagados, con la necesaria limpiada de culo del pequeño Spencer.
- Limpié 28 veces la mocosa nariz de Spencer y 3 veces la nariz de Julia.
- Alimenté con una especie de mamadera a 20 terneras y 3 toritos, mientras restantes terneras y toritos me atacaban y trataban de succionar las ropas.
- Levanté un promedio diario de 15 baldes de leche de 15litros cada uno.
- Adopté a Piba, la oveja maravilla. La hiajeputa se la pasa balando como una desquiciada y escapando de la caja que le construyó Juan de apuro.
- Alimenté a Piba tres veces al día con un tarro vacío de mostaza (no le compré mamadera todavía).
- Hice 3 siestas de 30 minutos y 2 de 10 minutos.
- Cociné 10 almuerzos y 8 cenas. Preparé aproximadamente 38 sandwiches para que Juan desayune o meriende.
- Lavé un total de 4 lavarropas llenos, con su consiguiente tendida de ropa. En una ocasión llovió, así que tuve que centrifugar todo nuevamente y tender dentro de casa la ropa.
- Mi mouse (el de la PC) murió. Estuve tres días con esa cosa que trae la notebook, lo cual hacía que todo lo que hiciera en la compu me llevara el triple de tiempo.
- Compré el mouse más barato que encontré. Es un ladrillo con cable y conexión USB. Cada vez que clickeas hace el mismo sonido que al apretar el Magiclick
- Prendí la estufa (si, con todo el proceso que eso lleva) 4 veces.
- Tuve diarrea, así que perdí aproximadamente 45 minutos más de los usuales en el baño.
A eso sólo se le debe sumar la limpieza general de la casa, las compras en el supermercado, bañarme, una clase de inglés y 5 capítulos de Lost.
Y bueno... tarde o temprano tenía que trabajar, ¿o no?
Les dejo una foto de Piba, la prueba viviente de que me quizás me esté convirtiendo en farmer.
Piba, la oveja maravilla. Nunca pensé que una oveja podía balar TAN fuerte. |
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12/8/10
Esos locos bajitos
Como Kareen llevaba a los niños a la mañana con ella a alimentar los terneros (tarea que en breve desempeñaré nuevamente) y está haciendo un frío tremendo, me preguntó si yo podía cuidar de ellos en ese rato. Viendo y considerando que necesito dinero si quiero llegar a Argentina, acepté gustosa.
Mi última experiencia entreteniendo niños fue en el Jardín de Infantes, donde yo misma era una niña. Mi conocimiento de lo que hacen o no hacen a cada edad es nulo. Mi habilidad para manejar dos niños pequeños a la vez es precaria. Julia tiene algo de 4 años, y le encanta hablar, preguntar, contar, preguntar sobre lo que contó... en inglés. Su hermano Spencer tiene un año y medio, y está en esa edad donde es feliz caminando de un lado al otro, porque recién está empezando a caminar.
Como sabía que a Julia le gustaba pintar y dibujar, me senté con ella a hacer unos dibujos. Mayor fue mi sorpresa al ver que no tiene ningún sentido de las formas, los colores o la diagramación. Lo único que hizo fueron líneas, rayas y garabatos de colores, uno por hoja, sin sentido alguno tampoco de la ecología y el cuidado del papel. Mi plan macabro de entretenerla durante eso con horas se esfumó al instante.
Mientras tanto, Spencer lloraba en la puerta de casa, mirando hacia afuera, con la fuerza y tristeza que sólo un niño que se siente abandonado por su madre en manos de una inmigrante puede llorar. A los 5 minutos, al ver que Julia y yo jugábamos con una pelota, se acercó y se calmó, aunque de vez en cuando largaba un llantito, para expresar su desacuerdo con la situación.
Julia exigía mi constante atención, ya que para ella “había venido a casa a jugar conmigo”. Spencer iba de acá para allá pateando la pelota, pasando a centímetros de los bordes de la mesa, de cables, intentando subirse a los sillones. Si miraba a uno, perdía de vista al otro. Julia insistía en salir a jugar al parque, bajo la lluvia y el viento huracanado. Spencer entendió el gesto de que Julia iba a abrir la puerta y se excitó pensando en su libertad. Cuando logré entretener a Julia con su muñeca, el pibe descubrió una puerta corrediza y la abría y cerraba poniendo en riesgo sus deditos. Encima el pendejo se cagó, y cuando me vio agarrar los pañales se largó a llorar y a correr, por lo que decidí que no podía lidiar con una cambiada de pañales. La nena decidió armar nosequé con sus bloques (no le entendí que quería construir), mientras el chiquito se divertía enredándose en una cortina junto al televisor. Ya se estaban terminando los bloques, cuando pasó lo mejor: Kareen llegó de trabajar a buscar a sus retoños. Los dos corrieron a abrazar a su mamá, y yo también la quise abrazar, porque había sufrido mucho y tenía miedo de que Spencer tuviera razón y nos hubiera abandonado allí para siempre.
Fue la hora y veinte minutos más largos de mi vida.
No sé como aguantaré el resto del mes.
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