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9/5/11
Cuando estás en esos días...
Hace un año y medio que estoy viviendo acá. No, lo voy a hacer más dramático... Hace casi dos años que estoy viviendo acá. Y en ese tiempo, nunca NUNCA pude comprar las toallitas femeninas correctas.
Cuando estoy frente a la góndola me siento como una preadolescente, que no sabe que llevar, que no quiere preguntar por vergüenza, que no sabe cual es la diferencia entre las marcas, las alas y la cantidad de pavadas que le escriben a los paquetes.
Por más que me guíe por esa tabla que dice lo de las alas y "para que días" son, siempre le erro. Una vez compré unas muy finas, finas como una carilina, que no sé que uso podían tener. Peor la vez que compré unas que eran tan grandes, y tan anchas, que no sé si son más útiles para limpiar la mesada que para "esos días". Y no son pañales... porque una vez agarré un paquete de esos de incontinencia femenina, y por suerte me di cuenta antes de llegar a la caja. Y la vez que compré las que necesitaba, las que eran justo lo que buscaba, no me dí cuenta y tiré el paquete, así que cuando fui a reabastecerme, me volví a confundir y traje otra atrocidad.
No es fácil ser mujer, y menos en esos días, que encima que te sentís para la mierda, abrís un paquete de toallitas y descubrís que no tiene alas, que tiene el alto del Manual Santillana de 7º grado y el ancho de la 9 de Julio.
Y ni me hagan hablar de los tampones! Acá es el paraíso del tampón con aplicador. Sisisisisi suena gracioso, y dejo los comentarios de este post abierto para que tooodooos los malpensados o los que tienen un chiste fácil dejen su decir.
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