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25/2/11

Ladies night out


Luego de idas y venidas, las "chicas argentinas" logramos coordinar francos, autos y niñeras y salimos a la ajetreada vida nocturna de Gore. El selecto grupo estaba compuesto por: la veterinaria (que trabaja en un tambo, ordeñando), la madre primeriza (que tiene un niño de 9 meses), la diseñadora (joyas/web/cocina/etc) y la diseñadora/farmer/etc. (siendo yo esta última).
Como contaba, logramos ponernos de acuerdo y aprovechando el franco de la veterinaria y que su novio estaba de vacaciones en Argentina, planeamos una salida "sólo chicas". A su vez, el novio de la diseñadora y el mío se pusieron de acuerdo y fueron conductores designados, así podíamos beber todas sin preocuparnos por manejar luego. Así que nosotras bebíamos y reíamos en Gore, mientras ellos comían y tomaban gaseosa en mi casa.

A la salida me remito. Luego de meses sin vida social nocturna fuera de una farm, nos tiramos el placard y medio catálogo de Revlon encima. Salimos HERMOSAS, mucho taco, mucho rimmel, mucho perfume. Nos reunimos 8pm en el bar/restaurant de Gore (y  digo así porque hay un único restaurant en Gore). Conversamos en perfecto español, riendo a carcajadas, mientras los restantes comensales nos miraban de reojo. Para cerca de las 10.30pm ya habían levantado algunas sillas sobre las mesas, lo cual en cualquier lugar del mundo quiere decir "estamos cerrando". Pagamos la cuenta y salimos a la calle.
Como era temprano, quisimos seguir nuestra salida. Si les dije que hay un sólo restaurant en Gore, que cierra 11pm un sábado, imaginen la cantidad de otros lugares que puede haber para salir. Fuimos a parar al famoso bar de Gore, conocido localmente como lugar de peleas, apuestas y farmers. Como la noche estaba en pañales, pensamos entrar a ver si estaba tocando alguna banda o que. Ay, chicos! que error!!!
Entramos y todo, TODO el bar supo que no éramos de Gore, de Southland o siquiera de Nueva Zelanda. Para que entiendan, era como "Sex and the City visita Dinamica Rural". Cuatro boludas con taco, maquillaje, y carterita (sisi... carteritas) entran a un bar donde la gente está de ojotas, short de rugby y la misma remera que usó para ordeñar. No sé como no nos pegaron. Nos carcomía la vergüenza, pero nos daba más vergüenza irnos. Así que nos acercamos a la barra, y para sorpresa del barman que pensó que le íbamos a pedir un Apple Martini, nos pedimos unas cervezas. Caminamos hasta una mesa cercana, y cuando nos acomodamos el resto del bar volvió su mirada al partido de rugby que estaban dando en la pantalla gigante.
Si bien nuestro plan era beber la cerveza y llamar para que nos fueran a buscar, nos sorprendieron un par de farmers que se acercaron a nuestra mesa a beber con nosotras. Conversamos con ellos sobre su mundo: vacas, inseminación artificial de vacas, tambos, tractores... Si bien nos reimos bastante, a la décima vez que les tuvimos que responder a los mismos farmers donde vivíamos, que hacíamos y escuchar sobre como se arregla un tractor, decidimos hacer la llamada, y que nos fueran a buscar.

Para la próxima hemos decidido salir en otra ciudad... o por lo menos llevar bosta de vaca en la cartera para usar y pasar desapercibidas.