Para todos aquellos que se preguntaban si aún tengo 10 dedos en mis manos, les paso a explicar. A noviembre de 2010 esto es lo que opinaban familiares, amigos y jefes:
A mediados del mismo mes, el dedo comenzó su curación tras perder trozos de piel, cual callo de pie. A casi horas de comenzar el mes de diciembre, tengo el agrado de comunicarles que mi dedo está totalmente sano, recuperó su movilidad y color habitual, y también su humor característico.
Si bien cuando hace mucho frío se torna pálido y violáceo, espero que para el próximo invierno esté totalmente rehabilitado y no me dé esos dolores de cabeza (y dedo) que lo han caracterizado.
Desde aquí agradezco a todos aquellos que se han preocupado por mi dedo, han dado sus diagnósticos, y especialmente a la industria kiwi de ibuprofeno por sus ofertas de 96 pastillas en frasco a precio tan accesible.