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14/4/10

Reividicando el tambo


 
Creo que durante mucho tiempo he renegado y hablado cosas malas, aunque graciosas, del trabajo de tambo, y nunca conté la otra cara de este oficio. Todo lo bueno tiene algo malo, y a la inversa. Es el ying y yang. Es un principio elemental.
Por esa razón, a continuación enumeraré algunas ventajas del trabajo de tambo:
- para ir de un lado al otro (ya sea a buscar vacas, a arreglar algo, o sólo ir del punto A al B) usamos un cuatriciclo. Mientras mucho sólo pueden usar uno en alguna playa, pagando, a nosotros nos pagan por andar en cuatriciclo.
- la higiene y aspecto personal no influyen. Los hombres pueden ir barbudos, con olor a hombre, o las mujeres sin maquillajes, despeinadas, con el pelo grasoso. Todos, sin distinción de sexo o raza, pueden ir con la ropa sucia y/o rota.
- el jefe nos provee de la ropa especial para este tipo de trabajo. Si bien es un solo juego de ropa, no tenemos que gastar una fortuna en botas, mameluco y ropa impermeable.
- el curso acelerado de inglés es gratis, y está incluido en el contrato (es decir, o hablás en inglés o hablás en inglés… porque no te queda otra)
- no se puede comer en el trabajo (por razones de salud e higiene), así que nada de andar picoteando en la oficina, lo que ayuda a mantener la figura.
- si se te escapa un gas (gas= pedo=flatulencia) o lo hacés a propósito, siempre, SIEMPRE, podés culpar a una vaca.