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14/6/10
Una dosis de allá
Nos fuimos de vacaciones a Samoa. De más estar decir que es hermoso, que disfrutamos de una semana de calor, humedad, playa, relax y demás cosas propias de vacaciones en una isla tropical. Pero a las delicias de estas vacaciones, se le sumo un plus inesperado: una dosis de país en desarrollo.
La agente de viajes nos había “advertido” de que Samoa era un país “en desarrollo”, del tercer mundo, lo cual nos pareció gracioso. “Nosotros venimos de un país del tercer mundo”, pensamos, inflando el pecho. No mentíamos..., pero nos dimos cuenta allá que nos hemos acostumbrado a la vida acá, en el “otro mundo”.
Ni bien terminamos los trámites de aduana y demás, salimos al área pública del aeropuerto de Samoa. Allí se nos acercaron miles de samoanos ofreciéndonos transporte, excursiones, taxis, muy cerca de nosotros, invadiendo nuestro espacio, como en Ezeiza, como en la mismísima terminal de micros de Mar del Plata.
Por la calle los vendedores ambulantes se nos acercaban, transpirados, a ofrecernos sus pareos, sus productos con inscripciones truchas de Puma, Adidas y Nike, rebajando el precio, exponiendo todo sobre lonas en el piso, mientras se abanicaban con sus abanicos de hoja de palmera.
Los taxis se detenían al vernos caminando para ofrecernos su servicio, relatando promociones a playas lejanas, Todos manejaban a altas velocidades, no respetaban semáforos, peatones, ni esquinas. Las calles eran sucias, sin cestos de residuos, sin orden en los carteles, con filas desparejas. Los empleados de McDonald`s no sonreían, no respetaban el orden de las preguntas.
Samoa era como nuestro país, pero con calor... mucho calor.
Sentirnos incómodos, inseguros, dudosos, en ese contexto nos hizo darnos cuenta de que nos hemos acostumbrado a la vida ordenada, limpia, fría, sin naturalidad ni interés en el otro de NZ. Supimos como desenvolvernos en Samoa, sólo nos impactó esa cultura pegajosa, pero hoy en día me pregunto: ¿Nos hemos convertido en unos kiwis fríos? ¿Hemos olvidado nuestras raíces tercermundistas? ¿Sobreviviremos en nuestro país cuando volvamos?
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Lamentablemente, te re-acostumbras al caos, y vas dejando en viejas memorias y recuerdos, aquella vida, fria,ordenada y despersonalizada. Ojala, nuestros paises 3ermundistas, madurecieran un poco y fueramos, al menos, mas respetuosos y organizados. solo eso, un poquito.. (el madurecieron me delato, ya sabes quien soy, hahahaha)
ResponderEliminarHay algo que no tenemos en cuenta: no nos re-acostumbramos, sabemos (sobre)vivir en ese mundo caótico y desordenado.
ResponderEliminarSabemos que mirar, que NO mirar, como poner la cartera para que no la abran, cruzar la calle sin perder extremidades, regatear precios y demás cosas que las sociedades frías y organizdas desconocen de su existencia.
Ojalá "madurecieramos" un poco. Igual, el 3r mundo no nos come crudos, sólo nos muerde un poco.
Papá siempre dijo....una vez que pasen 6 meses y no se volvieron...ya van a estar adaptados.
ResponderEliminarEs increible lo que contas....el hecho de que resulte chocante algo que era tan habitual es sus vidas.
No creo que se vuelvan frios...tal vez confiados..y aca es verdad que resulta peligroso